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Hace pocos días que Chloe Dunstan, de Perth, Australia, debía dar a luz a trillizos. Pero a mitad de su embarazo, la madre se tuvo que enfrentar a una elección imposible: continuar con el embarazo y perder a su niña que estaba privada de oxígeno y nutrientes, o dar a luz peligrosamente antes de tiempo, y poner en riesgo a los tres bebés.
Ella decidió arriesgarse, y el 3 de julio, en lo que fue un parto milagroso, Chloe, de 22 años, y su marido Rohan, de 26 años, le dieron la bienvenida a sus trillizos: Henry, Rufus y Perla, y después de 11 semanas en el hospital, los orgullosos padres finalmente pudieron llevar a sus bebés a casa.
“Me siento culpable por haber dado a luz a los varones tan temprano, cuando estaban creciendo tan bien en el útero, pero Perla habría muerto si no lo hacía de esa manera, así que nunca me arrepentiré”.
Ella decidió arriesgarse, y el 3 de julio, en lo que fue un parto milagroso, Chloe, de 22 años, y su marido Rohan, de 26 años, le dieron la bienvenida a sus trillizos: Henry, Rufus y Perla, y después de 11 semanas en el hospital, los orgullosos padres finalmente pudieron llevar a sus bebés a casa.
“Me siento culpable por haber dado a luz a los varones tan temprano, cuando estaban creciendo tan bien en el útero, pero Perla habría muerto si no lo hacía de esa manera, así que nunca me arrepentiré”.
“Recuerdo brevemente tener en cuenta la alternativa de dejarla ir, para que sus hermanos pudieran seguir creciendo fuertes y saludables, pero ahora que está aquí, me duele el corazón al pensar en no tenerla en nuestras vidas”.
El macimiento de los trillizos no estuvo exento de complicaciones. Su fecha temprana significaba que Henry pesaba 1370 gramos, Rufus 1200 gramos y Perla sólo 690 gramos.
Los tres bebés fueron sometidos a transfusiones de sangre, y la pequeña Perla tuvo que luchar al máximo. “Perla tenía una PDA en su corazón, tenía una hemorragia pulmonar, una hemorragia cerebral menor, ella luchó contra una infección horrible y había días en que no estaban seguros de si iba a lograrlo, sobretodo las primeras semanas cuando ella estaba en una incubadora”, dijo Dunstan.
“Ella tenía algo llamado enfermedad ósea metabólica que se resolvió con la medicación. El principal problema constante era su hígado, pero la última exploración mostró que todo se veía bien”.
La historia de los Dunstan ha capturado los corazones de los australianos, que siguieron la historia a través de los medios de comunicación social.
La página de Instagram de Chloe cuenta con más de 45.000 seguidores, que comparten con ella cada hito que los bebés alcanzan.
El 4 de septiembre, compartieron la noticia de que después de nueve semanas en el hospital, sus niños varones irían a casa. Apenas dos semanas después, Perla siguió a sus hermanos, que hacen de los Dunstan – que ya tienen tres hijos – una familia de ocho!
“En este momento no puedo decir exactamente lo que nos depara el futuro, pero los tres bebés están fuertes y sanos, sin problemas”, dijo Chloe.
“Perla todavía está tomando medicamentos, y los tres bebés tienen varias citas en los próximos meses”.
Hoy, Henry pesa 3,5 kilogramos, Rufus pesa 3 kilogramos, y Perla pesa 2 kilogramos, y el vínculo que comparten es cada vez mayor.
“Ellos parecen quedarse dormidos al instante cuando están cerca y se abrazan, -dijo Chloe. “No puedo esperar a ver cómo será su vínculo con el tiempo”.
WOW!! Impresionante!
